CONFLICTO DE CONVIVENCIA

Las 10 demandas de la Barceloneta para combatir su degradación

Los vecinos plantean propuestas que van mucho más allá de los recursos aportados por el ayuntamiento



Protesta vecinal en la Barceloneta, la tarde del pasado jueves.


Los vecinos de la Barceloneta tienen clara la infinidad de síntomas de su degradación (del incivismo a los hurtos, las drogas o los pisos turísticos ilegales). Algunos de los coorganizadores de la movilización de hoy sábado, exponen a EL PERIÓDICO cuáles consideran que serían los 'remedios' para afrontar la crisis.  Advierten a Ada Colau que no pararán hasta que el ayuntamiento actúe.
MÁS POLICÍA EN LA CALLE
Los residentes y comerciantes no quieren un barrio sitiado, pero están convencidos de que que con Mossos y más Guardia Urbana patrullando de forma "preventiva" por sus calles los delincuentes e incívicos no tendrían la actual sensación de impunidad.
ACABAR CON EL INCIVISMO
El colectivo pide que el consistorio haga cumplir la ordenanza cívica. Las actitudes más comunes y molestas son el torsonudismo, dormir en las calles y parques, orinar y defecar en la vía pública y botellón a cualquier hora. Mantienen que los agentes cívicos no bastan.
ERRADICAR LA DROGA
El trapicheo de drogas se ha convertido en un problema de primer orden en el barrio. Incluso los vendedores de latas ofrecen "desde marihuana a cocaína tanto a turistas como a menores" de la zona. Varias bandas las distribuyen por todo el barrio, no solo en la zona del Front Marítim. Exigen un operativo especial para este tema.
SUPRIMIR LA VENTA AMBULANTE
En la Barceloneta se venden latas, 'top manta' y mojitos preparados en penosas condiciones de salubridad entre coches y rocas. Al margen de la actividad ilegal que suponen, los vecinos ven urgente despejar la vía pública para que pueda ser una zona de paseo segura. Los manteros ocupan toda una acera de Joan de Borbó y buena parte del paseo Marítim.
RECUPERAR EL DESCANSO
Los residentes piden un operativo nocturno que garantice el silencio por la noche, tanto dotando de vigilancia policial a sus calles como actuando con más celeridad cuando hay una llamada vecinal por alguna juerga en pisos turísticos ilegales o azoteas. 
LIMPIAR EL BARRIO 
En el sentido literal de la palabra. Pese al pequeño operativo de refuerzo de limpieza implantado por Ciutat Vella en la zona este verano, la gigantesca afluencia de visitantes y la estrechez de sus calles hacen que el barrio se use como urinario y la basura sea muy visible. Creen que los recursos utilizados son insuficientes y que el dispositivo de limpieza deben optimizarse y ajustarse a esas necesidades.
DERECHO A LAS PLAYAS
Hubo un día en que los habitantes del barrio marinero tenían las playas como su mayor tesoro. Ahora se sienten expulsados de ellas, siempre a reventar de gente.y a riesgo de hurtos. Piden que se articule alguna forma de garantizar su acceso.
MEJOR ILUMINACIÓN 
Los vecinos están convencidos de que iluminar mejor la calle sería clave para frenar actitudes incívicas de noche y mejorar la seguridad. También reclaman mantenimiento del pavimento, en muy mal estado en muchas calles y plazas, donde además reside mucha población mayor, denuncian.
ABOLIR LOS PISOS TURÍSTICOS
Se estima que hay al menos 740 pisos ilegales activos, pese a que solo hay 68 autorizados. Las características de sus viviendas (muchas de pequeñas dimensiones y en escaleras estrechas y sin ascensor) hacen que la convivencia con el ir y venir de turistas cargados con maletas sea muy complicada. Además, el perfil de alojado en esta zona es joven, con ganas de fiesta y sobreocupación de los espacios.
CONTROL DE LA MOVILIDAD
Exigen que se cumpla estrictamente la normativa de vehículos de movilidad personal, ya que actualmente patinetes eléctricos, trixies y similares campan a sus anchas pese a eventuales multas, casi siempre usadas por turistas. También reclaman que se garantice un servicio "adecuado de bus y metro para la ciudad". En su zona está colapsado en muchos momentos del día.